Camino a ninguna parte. Bitácora errática.: Al Puerto de Casillas y Cerro de la Escusa

En el Puerto de Casillas

El Cerro de la Escusa (1.959) era una tarea pendiente montañera que tenía desde hace muchos años. Este gran domo, una loma de tantas que hay en nuestras sierras, tiene la particularidad de que se ve desde muy lejos. Desde Madrid por ejemplo es la primera estribación de la Sierra de Gredos que se divisa desde la misma ciudad. Y desde mi más tierna infancia, visto desde la sierra madrileña, constituía el inicio mismo, la puerta iniciática, de las múltiples aventuras imaginadas en estas montañas gredenses. Bueno, pues por unas cosas o por otras, han tenido que pasar cuarenta y tantos años para subir hasta aquí. Al Puerto de Casillas (1.477), adonde hay que llegarse para hacer la ruta más factible al Escusa, sí que había ido un par de veces hace años por la pista que asciende por su vertiente norte recorriendo el maravilloso valle de Iruelas. En esta ocasión y para variar he subido al puerto desde la vertiente sur, donde está el pueblo que da nombre al puerto y que está situado en un entorno idílico que resplandece aún más en este día primaveral que me ha tocado.

Valle de Iruelas desde las inmediaciones del puerto, se ve el embalse del Burguillo

Hoy, todavía en este par de semanas relativamente sabáticas que me he tomado, ha sido también un pequeño desquite por, debido a imponderables domésticos de última hora, no haber podido ir como tenía previsto al Pedrezuela Trail y tambíén la primera piedra del duro camino que me espera hasta llegar al Trail Peñalara 60 Km al que, irreflexivamente dada mi ineptitud atlética, me inscribí ayer. Tengo 80 días por delante para mejorar. En fin, que esta mañana en hora y media de coche me he plantado en el pueblo de Casillas, primero de los pueblos del Valle del Tietar viniendo desde el este y al que se llega, poco antes de alcanzar Santa María del Tietar, ascendiendo, una vez abandonada la carretera general, por una deliciosa carreterita entre bosques de hoja caduca. Atravesado el pueblo, de estrechas callejuelas, se sigue subiendo y se llega a un paraje llamado Las Heras en el que hay una ermita. Pensaba dejar allí el coche tal y como amablemente me han indicado en el pueblo, pero un paisano que andaba por allí me ha dicho que la carretera asfaltada todavía ascendía un par de kilómetros y hasta el final del asfalto he llegado y dejado el coche. Más o menos se llega a unos 1200 metros de altitud. La ruta no es muy complicada: Algo más de tres kilómetros de buena pista forestal hasta el puerto y luego desde allí un camino perfectamente balizado e indicado con abundante, incluso excesiva, cartelería hasta la misma cima del Escusa. Dicho camino tiene un par de subidas fuertes tipo cortafuegos que han puesto mi resuello al límite, pero en general va a media ladera y se trota bien. También hay una pequeña sección rocosa en la ladera norte del llamativo Canto del Berrueco. Lo mejor son las amplias panorámicas de los valles del Tietar, el Alberche y el Amblés, del lejano Guadarrama y los nudos de sierras hasta llegar a él, de toda la cuerda de Gredos que pasa por el Cabezo de Mijares, Peña del Mediodía y La Mira hasta el Circo. Al norte, altiva la Sierra de la Paramera y la loma de La Serrota, al sur la línea azul de los Montes de Toledo. La vuelta la he hecho por el mismo camino de ida y en total han sido entre 18,5 (según Wikiloc) y 20 km (según el GPS de mi móvil) y unos 850/900 metros de desnivel positivo. He tardado una hora y cuarenta minutos de tranquilo trotar en llegar a la cima y aproximadamente una hora en bajar.